Y es que no hay nada igual que sentirte delante del Soberano Poder, verle caminar, y sentirte hijo suyo, esperando su llamada. El Lunes me sentí, algo que sólo siento un lunes al año, el lunes santo, algo que es muy difícil describir con las palabras, y con gestos y miradas, es algo que está a otro nivel. Es sentirte San Gonzalo, desde fuera o desde dentro, San gonzalo. Otro añito más, demostrando, lo cerca que estás del cielo...¡Arriba con Él!
Fotografía: Luis Manuel Jimenez/ Javier Espada
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