domingo, 19 de diciembre de 2010

Una Reina...

Te tengo que poner en grande, porque chica no eres, y yo me pregunto...¿quién tuvo en esas manos tanta dulzura para moldear la carita más perfecta de una Reina sin igual?

2 comentarios:

  1. Yo te respondo a tu pregunta con EL PADRE RAMON CUE TE RECOMIENDO SU LIBRO ''COMO LLORA SEVILLA'' ESTE FRAGMENTO ES SUYO.
    ¿Quién hizo la Macarena? ¿Qué artista la talló?

    Ninguno. A la Macarena no la hizo ningún hombre. La hizo Sevilla. Y fué así.

    La Virgen lloraba desconsoladamente la Pasión de Jesucristo. Las lágrimas no se daban vez a salir de sus ojos cuajados. Y ella estaba así, con su pañuelo blanco en sus manos, y su boca entreabierta llorando, llorando...

    Era la Virgen de los Dolores. La que llora en todas las iglesias del mundo. Y Sevilla la vio, y le dolió el alma, y se le saltaron las lágrimas, y la quiso consolar.
    Se acercó a Ella, la miró, y viéndola llorar tan bonita, por consolarla le echó un piropo; un piropo con lágrimas:
    -¡Ole, las mujeres bonitas!.

    Y la Virgen, al oirlo, levantó los ojos y sonrió. Y, ¡apareció la Macarena!.

    Lloraba y reía al mismo tiempo. Su rostro era un joyero de lágrimas y sobre ellas la flor impalpable de una sonrisa. Seguía con su pañuelito blanco de encajes en sus manos, seguía con el nudo en la garganta, seguía con la boquita abierta en donde quedó quebrado un suspiro...pero, ¡quedó con la sonrisa inefable en su cara de niña dolorida!

    Ya no era la Virgen de los Dolores. Era otra cosa completamente distinta. Única en el mundo. ¡Era la Macarena! La Única Virgen que llora y que rie al mismo tiempo. La que llora por su Hijo, y la que sonríe por el piropo amoroso de Sevilla.

    Y yo no sé que tiene ese triángulo maravilloso de sus tres lágrimas sobre su mejilla izquierda. Esa constelación de estrellas en el cielo de su cara. Esas tres lágrimas de dolor en que brilla la luz de la sonrisa. Ahí, en ese triángulo quedan cautivos todos los ojos y todos los corazones.



    Para que pueda rimar
    con tu nombre, Macarena,
    tengo una palabra: "pena"
    amarga como la mar,
    y tengo el dulce cantar
    de un arcángel: "gratia plena",
    para que pueda rimar
    con tu nombre, Macarena...
    La pena con tu dolor,
    que eres Madre Dolorosa;
    y la gracia, por ser rosa
    del amor.

    Y uniendo gracia con pena
    va el broche de tu sonrisa...
    Ya está la rima precisa
    de tu nombre, Macarena.

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  2. muchas gracias por tu comentario.
    ya conocía ese fragmento de libro, es magnífico!

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